En tierras sin
paz, peste y perdición
carruajes
de desolación
comienzo del fin,
reencarna el dolor
en mil formas
de destrucción
cuando suenen
las campanas
en su hora
final
inmensas esferas de
fuego
del cielo caerán
cuando
viejas almas en pena
resurjan ya
sin su paz
de oscuras crecientes
de horrendo caudal
mares de
miseria todo arrasarán
miedo en
las venas
tal vez aún puedan
llorar
en mares de pena
un río
de sangre fluirá
engendro
infernal de furia abismal
derrama
en los hombres su mal.
mar de
cenizas y nubes de horror
impiden
la vista del sol
cuando la
gloria y la riqueza
a nadie
puedan importar
de fosas
humeantes de peste y
crueldad
jinetes alados todo
arrasarán
deseando morir,
escapando en vano
sufriendo aún
mas, tan lejos del fin
sus
resecas almas van
al infierno
acudir
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